Sobre nosotros.

¿Quiénes somos?

Centro Infantil Nuestra Señora de Fátima es un jardín de niños situado en Nicaragua, ofreciendo cuidado infantil y niveles de preescolar. Nos caracterizamos por nuestros sólidos valores cristianos y patrióticos, fomentando un ambiente de respeto y aprendizaje para nuestros pequeños. ¡Descubra cómo hemos impactado positivamente la vida de nuestros estudiantes!

Nuestra Historia

En el año 1993, el Ministerio de Educación de Nicaragua, autorizó el funcionamiento de este Pre-Escolar y a su directora Lic. Fátima Sequeira, para iniciar este proyecto, que, a través de los años, ha venido fortaleciéndose con su Visión y Misión, entregándose de lleno a la formación de los niños de entre dos y cinco años, con calidad y humanismo. Por nuestras aulas han pasado más de un millar de alumnos, los cuales muchos de ellos ya han salido de la universidad y se han destacado en los ámbitos laborales y profesionales. Nuestra meta principal, ha sido que los niños APRENDAN JUGANDO, sobre el mundo que los rodea y disfruten, haciendo los primeros ensayos de sentir que son ÚNICOS E IRREPETIBLES. Algo muy importante en nuestra historia, es que hemos integrado a la enseñanza intelectual, los principios y valores cristianos, con énfasis en el catolicismo, trasmitiéndoselos de una forma práctica y sencilla.

Nuestra Visión


Ser el mejor colegio a nivel de preescolar en el País, que se distinga por su calidad educativa y humana y que cuente con personal capacitado y actualizado, que impulse el desarrollo de las potencialidades de cada niño en su edad cronológica particular, incentivando valores universales, como Dios, la familia, responsabilidades, el respeto a los demás, honestidad e identidad nacional y un marco de sensibilidad ecológica.

Nuestra Misión


Desarrollar una educación INTEGRAL que conjugue la calidad educativa y la calidez humana acorde al proceso del niño en su educación inicial y primera infancia, fortaleciendo valores, creencias y conocimientos que le permitan relacionarse de manera positiva con su entorno, a partir de la posibilidad educativa en la que el niño aprenda jugando, porque sin duda, los juegos son aprendizaje, refuerzan la seguridad y la autoestima además de exteriorizar la personalidad.

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